sábado, 11 de junio de 2022
Por qué triunfa la derecha en todas partes?
Estamos viviendo momentos muy difíciles.Una pandemia que todavía no se ha acabado y sigue cobrándose vidas, una guerra que afecta a suministros esenciales para todos, el reinicio de los conflictos de los países islámicos con Al-Andalus o una inflación disparada que supera con creces las cifras oficiales, junto a la instrumentalización descarada que hace el poder establecido (y el otro) de los medios de comunicación que nos cuentan lo que quieren que creamos, en vez de informar,pero muchos de los habitantes de este país prefieren seguir viviendo en el paraíso de la ignorancia.
Curiosamente, en un contexto tan hostil, los partidos que se autodenominan progresistas (vamos, socialistas y comunistas en el lenguaje antiguo, y rojos en el de la posguerra) están perdiendo votos en una sangría que parece no parar en detrimento de los que alguien denominó conservadores (vamos, los de derecha y ultraderecha, aka fachas). Si las políticas de izquierdas secentran más en el ciudadano de a pie con medidas directamente enfocadas a su bienestar con la idea de repartir por igual para todos, y las de derechas buscan mejorar las condiciones generales de la sociedad para que cada uno se beneficie bajo la premisa de que de cada uno segun su capacidad y a cada uno según su trabajo, si el planteamiento progresista es màs visible para las mujeres de la calle, ¿por qué crece el voto conservador?
España es un país progre, y de siesta. Los socialistas han gobernado más que los populares a lo largo de la democracia.Nunca un gobierno conser ha ganado una moción de censura y en época de bonanza econòmica los progres ganan por goleada. Uno tiene la impresión de que los sistas gastan y los vadores recuperan la economía para que los progres vuelvan a gastar. Todo esto funcionaba bastante bien, en una alternancia de n+1 legislaturas progres contra n legislaturas conser hasta que aparecieron los partidos más hacia los extremos,que no ultras porque esos todavía, afortunadamente, están por llegar. Primero Podemos,luego Vox,y con ellos el doble rasero. Los progres, aprovechando el poder que tienen sobre los medios de comunicación y las redes sociales, pronto nos impusieron la idea de que Vox eran el fantasma de la extrema derecha, heredederos de la antigua Falange fascista y la Fuerza Nueva de Blas Piñar, esos ricos engominados que quieren convertirnos en sus sirvientes, el patido de la antigua nobleza con derecho de pernada que explota al proletariado hasta dejarles sin sangre,un partido inconstucional e ilegal en su planteamiento.lla
Los puntos clave del progresismo actual están muy lejos de la lucha de clases de la época de Marx y Engels. Actualmente la ideología de género es la estrella y el dogma que se asume cerrando filas y negando cualquier tipo de discrepancia con ella. Ahora la lucha obrera se ha sustituido por acabar con un patriarcado machista y falocéntrico, que al menos en la sociedad española es difícil de vislumbrar pero ya se encargan ellos y ellas de financiar estudios que parecen demostrar su existencia, y de generar estadísticas como las de la discriminación salarial y tantos otros puntos tan bien construidas que su sesgo parece indetectable. Al principio esto tenía su gracia y hasta
nos lo creíamos, pero ahora un partido político, el mismo que a ellos les llama progres y al centroderecha derechit cobarde, ha tenido la osadía de poner en tela de juicio los dogmas del género y todo el buenismo que se ha desarrollado a su costa, además de desenmascarar la gigantesca trama de organizaciones que se financian con cargo a los derechos de la mujer, recordándonos que el gobernante ha de gobernar para todos, y no sólo para quienes le votan.
No creo que el hecho de que Vox sea la tercera fuerza política de este país tenga que ver con la totalidad de su programa político, que seguro que ni unos ni otros se han leído, ni con el innegable carisma de sus dirigentes, que nocreo que lo tengan. Tampoco creo que cuatro millones de españoles sean seguidores del fascismo y la extrema derecha, entre otras cosas porque los fachas todavía están por llegar. Creo que la defensa de los derechos de todos, que la búsqueda de la verdadera igualdad en la que el artículo 14 de la Constitución no sea papel mojado como ahora, que la vuelta a valores menos hpócritas y menos hedonistas y que la necesidad de aligerar una gigantesca estructura política que sólo sirve al propósito de generar mamandurrias es lo que está llevandoa la derecha valiente (que no ultraderecha) a ilusionarnos pensando que una sociedad igualitaria de verdad es posible.
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