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miércoles, 8 de abril de 2009

Ponte a prueba




La sexología también es Por ellas, para ellas... y de ellos. Desde los tiempos de Elena Ochoa, las figuras mediáticas de la divulgación sexual han sido mujeres. Doña Elena mostraba clase y una visión del tema bastante cercana a los manuales técnicos de la época. La siguiente figura con repercusión fue Lorena Berdún, autora de afirmaciones como "Los hombres están inseguros, las mujeres pisamos fuerte". El fenómeno actual se llama "Ponte a prueba" y se puede escuchar en Europa FM desde hace tiempo todos los días a eso de las 11 de la noche, con una tal Venus como personajillo estrella.

Hay que ponerse a prueba para escuchar el programa. Parece ser que lo fundamental del comportamiento sexual es comer chirlas, coños, pollas. Acabo de escuchar a una de las "sexólogas" de turno reírse de un individuo al que se le rompió el frenillo en sus andanzas sexuales, y un momento antes plantear cómo había que hacer una prueba de resistencia lingual a los hombres para saber si eran apropiados para el sexo oral. Y es que, al parecer, es imposible tener sexo con un chico y que hayan pasado doce horas sin que te haya chupado el coño.

"Ponte a prueba", como tantas otras cosas de esta sociedad, tiene una visión presuntamente progresista de la sexología. Detrás de un discurso aperturista y aparentemente igualitario, se esconde un pensamiento de signo contrario en el que sólo se aceptan opiniones que van en la línea editorial del programa. Una de las locutoras del programa, una tal Venus, presume de ser bisexual y promiscua y critica de forma muy hostil cualquier aproximación a la conducta sexual que no cumpla con los criterios que ella plantea.

A mí la sexualidad entendida desde el modelo ponte a prueba me parece, más que algo humano, un comportamiento animal. Un sexo vacío, y unas vidas centradas en el orgasmo, el clítoris, la chupada y la mamada. Un sexo que tiene poco en cuenta los deseos de los hombres y los reduce a ser chupadores de coños y pollas chupables. La voracidad sexual femenina ha vuelto y está aquí para quedarse.

Me sorprende que nadie haya puesto el grito en el cielo, que no se hayan pedido las cabezas de todos los ejecutivos de Europa FM, y que los medios conservadores no hayan iniciado campañas contra este engendro. Bueno, me sorprende y no, porque creo que su discurso goza de todas las bendiciones de alguna de las cabezas con más poder de este país. Con la Santa Inquisición hemos topado...