¿Son reales las diferencias salariales entre hombres y mujeres?

Extraído de Por ellas, para ellas... y de ellos

¿Son reales las diferencias salariales?
Hace algunos años una asociación de padres separados ofreció una buena cantidad de dinero a cualquier persona que le demostrase fehacientemente (en estas cosas hay mucho fraude fácil) que un hombre cobraba más que una mujer desempeñando el mismo trabajo, con la misma dedicación en horas. Creo que todavía están esperando a que alguien se lleve el dinero.
Una forma más bien razonable de hacer los estudios sobre discriminación salarial sería coger a los trabajadores que trabajan en el mismo puesto en las mismas condiciones y con la misma antigüedad y comparar si los hombres cobran más que las mujeres. Luego se podría calcular la media de lo que cobran más ellos que ellas o ellas que ellos, y valorar si efectivamente existe una diferencia y si ésta es significativa. Por supuesto deberían restarse las retribuciones como los trienios y similares para evitar que se valoren otras variables diferentes al sexo, como la antigüedad en el puesto de trabajo.
Esto supone un ímprobo trabajo y, lo que es peor, los resultados seguramente no serían demasiado consistentes con la teoría del patriarcado. Así que lo mejor es hacer un estudio sumando lo que cobran todos los hombres y mujeres de una determinada profesión y comparar las puntuaciones dejando a la aleatorización la influencia de los otros factores. Técnicamente no es rechazable, pero hay otras variables moduladoras que tienen una influencia importante (la antigüedad, el número de horas dedicadas al trabajo, la asunción de riegos, incluso la filosofía de trabajo) que habría que tener en cuenta y que se soslayan.
Calcular las medias por sector de actividad, por muy detalladas que sean, no demuestra nada. Los medios de comunicación se llenan la boca diciendo que los hombres en el mismo puesto de trabajo cobran lo mismo que las mujeres, pero nunca nos citan una fuente objetiva de estos datos, sólo estudios “de género” construidos para demostrar lo que quieren que nos creamos.