En el Día mundial para la eliminación de la violencia contra las mujeres es fácil preguntarse por qué se presta tanta atención al daño que sufren ellas y tan poca al que sufren ellos, como si los actos violentos en el marco de la pareja o de la familia fuesen el formato de agresión más importante que sufren los seres humanos.
Algunos medios llaman a eso que las feministas de género denominan "violencia de género" con el nombre de "violencia machista". En "Por ellas, para ellas... y de ellos" he realizado una revisión de los conceptos de machismo, hembrismo, masculinismo y feminismo que no voy a repetir aquí, pero sí que podemos analizar la concepción de machismo que se encuentra en Wikipedia.
Básicamente, consideran que el machismo es un conjunto de actitudes y prácticas sexistas vejatorias u ofensivas llevadas a cabo contra las mujeres, que se mantiene por leyes discriminatorias contra la mujer, diferencia de tratamiento en el caso del adulterio, educación machista para inculcar unos roles determinados, división sexista del trabajo o información/publicidad sexista.
Actualmente las leyes sitúan los derechos de la mujer un punto (o dos) por encima de los del hombre, se dictan leyes específicas para protegerlas de la violencia en el ámbito de la pareja sin su contrapartida masculina. En caso de adulterio, sea de quien sea, la custodia de los hijos se suele dar a la madre y con ella la mayor parte de todas las propiedades comunes de la pareja, la mayoría de las pensiones compensatorias se dan a mujeres y no a hombres, en las escuelas, con mayoría de docentes femeninas, se educa para una igualdad que encubre un trato más favorable hacia mujeres que hacia hombres, vemos a pocas mujeres en trabajos arriesgados físicamente, y no existen anuncios de televisión en los que se ponga en ridículo a a las mujeres pero sí a hombres. Además, cuando una mujer mata a su pareja se silencia, se le da poca relevancia mediática, o incluso a veces se justifica, mientras que cuando es un hombre quien lo hace es un caso de "violencia machista".
¿No deberíamos decir que vivimos en una sociedad hembrista?
¿Por qué será? Pues porque todo es
"Por ellas, para ellas... y de ellos". No podía ser de otra forma.
martes, 25 de noviembre de 2008
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