A continuación entramos en el terreno de la especulación. Fuera de las aportaciones de historiadores, etólogos, zoólogos, psicólogos o antropólogos, nos encontramos con los -ismos, movimientos basados en ideología que intentan recopilar datos que las justifiquen.
Diferenciamos los ismos radicales (machismo y hembrismo) de los movimientos de liberación (masculinismo y feminismo). Consideramos machista a aquel que se basa en la ideología de que el hombre es superior a la mujer, y diferenciamos machismo de misoginia. Si lo que se pretende es demostrar que la mujer es superior al hombre se cae en el hembrismo, uno de cuyos casos extremos es el feminazismo, una versión radical orientada al exterminio real o simbólico del sexo masculino, y uno de cuyos ejemplos más visibles es la obra de Valérie Solans "Scum". También la misoginia tiene su contrapartida femenina, conocida como misandria. Misóginos y ¿misándricas? comparten un desprecio hacia lo femenino y masculino respectivamente, pero no tienen por qué personalizarlo.
Info. sobre "Por ellas, para ellas... y de ellos"
2 comentarios:
Así que sabes perfectamente que SCUM no es feminismo.
Pues claro que lo sé, es difícil etiquetar a ese engendro que propone exterminar al sexo masculino, lo de menos es que lo llamemos feminismo, feminazismo o misandria. El hecho es que, como ocurre con los anuncios sexistas en los que el tonto es casi siempre el hombre, como va en contra del sexo masculino como globalidad parece no molestar a nadie.
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