domingo, 25 de octubre de 2009

Carreras sólo para mujeres, gimnasios sólo para mujeres...

Ya sabemos aquello de que todo es "Por ellas, para ellas... y de ellos". Una muestra más son las carreras de la mujer. Abanderando la lucha contra el cáncer de mama como algo exclusivamente femenino (cuando es algo predominantemente femenino), los colectivos feministas de género han conseguido la colaboración de entidades tan importantes como la Asociación Española Contra El Cáncer, la Central Lechera Asturiana o el grupo Motorpress Ibérica, líder del sector de publicaciones deportivas y de motor.

No hay nada inherentemente negativo en organizar una carrera exclusivamente para mujeres, o tal vez sí. Recordemos el escándalo que se ha montado en algunas ciudades cuando cofradías de Semana Santa se negaron a admitir mujeres en sus filas. Rápidamente se habló de discriminación, de abuso, de machismo, patriarcado, ignominia y palabros semejantes. Ahora bien, no hay problema en que se organice una carrera exclusivamente para mujeres ni en que se dé prioridad mediática al cáncer de mama sobre otros formatos que matan tantas o más personas.

El fondo, nuevamente, es conseguir una posición de preeminencia de la mujer. Que se preste más atención a sus problemas de salud, pero también mostrar al mundo que ellas son una mayoría organizada y poderosa que no necesita a los hombres y puede excluirlos de sus actos, recordarnos que somos meros comparsas en sus vidas y que pueden prescindir de nosotros, no sólo en las carreras sino también en lo que les plazca. No puede haber instituciones ni carreras exclusivamente para hombres, pero sí para mujeres.

Esta misandria, de la que son expresión las carreras de la mujer, los gimnasios exclusivamente femeninos, o el televisivo canal Cosmopolitan (por citar sólo unos ejemplos) está permitida e incluso favorecida por los poderes públicos, las grandes empresas y un buen número de ONGs que, sin reflexionar demasiado sobre los efectos de su comportamiento, se únen al buenismo y a lo políticamente correcto, al modelo que nos imponen poco a poco las feministas de género.

No estoy de acuerdo con las carreras de la mujer. Sí con la lucha global contra el cáncer, sin hacer discriminaciones por razón de sexo. Porque todos, y no sólo las mujeres, tenemos derecho a la vida y a que se investigue para que ésta sea lo más larga y placentera posible. Ya está bien de carreras de la mujer, días del orgullo gay y demás zarandajas: Todos somos iguales, destinemos los esfuerzos a la lucha global.

Si queréis ver el reglamento para 2009 del circuito, podéis hacerlo en http://www.carreradelamujer.com/ReglamentoGeneral09.html

No hay comentarios: