martes, 26 de noviembre de 2019

Caza de brujas contra Ortega Smith.

https://www.elmundo.es/madrid/2019/11/26/5ddd190ffc6c837e058b45d3.html

Javier Ortega Smith es uno de esos políticos valientes sin pelos en la lengua que se atreve a llamar a las cosas por el nombre que cree que tienen.  Desafortunadamente su falta de silencio parece resultar muy dañinada a quienes detentan el poder y está sufriendo presiones y linchamientos mediáticos con bastante frecuencia.

De momento, el Ayuntamiento de Madrid, sin apoyo del PP, le ha reprobado (que no sé muy bien qué utilidad tendrá eso pero queda divinamente en los medios de comuicación social. Se ve que lo de abordar a alguien que acaba de realizar una disertación y está contemplando o esperando contemplar las de otros participantes en el acto es una muestra de grandísima educación y algo habitual en este tipo de entornos.



viernes, 22 de noviembre de 2019

Manifiesto por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

Pues no entiendo qué tiene esto de ultra. Como no sea lo de que defienden la cadena perpetua para quienes cometen crímenes sexuales o asesinan a mujeres pero no dice nada de cuando las víctimas son hombres...

Supongo que lo fácil es llamar ultra  o -ista a todo aquel que no comparte la ideología dominante. Menos mal que han tenido más de tres millones y medio de votos, lo que muestra el respaldo de una buena parte del pueblo, que si no los crucifican a todos.

https://www.voxespana.es/notas-de-prensa/mujeres-vox-condenan-violencia-subrayan-fracaso-ley-violencia-genero-20191120

 

Manifiesto por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

En este Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, VOX reitera su condena a todo tipo de violencia independientemente de la nacionalidad, sexo, raza o cualquier otra condición social o cultural de la víctima.
Nuestro compromiso con la vida de las personas y su dignidad es firme e irrevocable, porque la violencia no tiene adjetivos.
En VOX creemos que todas las personas son dignas por el mero hecho de serlo, y lo son en toda su integridad, desde su concepción hasta la muerte natural. Por ello, defendemos la cadena perpetua para quienes cometen crímenes sexuales o asesinan a mujeres.
La Violencia contra la Mujer, sin embargo, no se combate regando de dinero público asociaciones privadas de marcado contenido ideológico ni con campañas propagandísticas que criminalicen al varón, sino educando en la familia y en la escuela en el respeto al ser humano y a su intrínseca dignidad.
Somos contrarios a la Ley de Violencia de Género porque los hombres y las mujeres son iguales en dignidad y en derechos, tal y como está contemplado en nuestra Constitución, y atenta contra el principio de presunción de inocencia el criminalizar a nuestros hijos, hermanos, abuelos y amigos, por razón de su sexo, mediante tipos penales específicos para los hombres o la creación de tribunales especiales.
Además, la ley ha demostrado ser un fracaso y una mera herramienta ideológica con la que confrontar a hombres y mujeres. Los asesinatos no han bajado y los presupuestos para asociaciones y estructuras políticas sí han aumentado.
Rechazamos enérgicamente los abusos continuados y el trato humillante que reciben las mujeres en muchos países donde la trata sexual, el matrimonio forzoso o la ablación son prácticas sistemáticas, que atentan contra la dignidad y la intimidad de la mujer.
Por todo ello, hacemos una llamada al resto de formaciones políticas para que:
  1. Denuncien públicamente la violencia que sufren las mujeres en muchos países, especialmente aquellos que no pertenecen a la civilización occidental.
  2. Deroguen la Ley de Violencia de Género; una ley insólita en toda Europa que colectiviza y victimiza a la mujer, vulnera la presunción de inocencia y establece tribunales sólo para hombres en contra de la igualdad constitucional de los españoles.
  3. Se comprometan a legislar a favor de la cadena perpetua para garantizar que no haya criminales sexuales reincidentes, así como para endurecer las penas contra los maltratadores (de mujeres, niños, abuelos, etc.).
  4. Se comprometan a tomar todas las medidas necesarias para combatir la inmigración ilegal, que fomenta la trata de personas, la explotación sexual y genera inseguridad en los barrios, donde, cada vez más, las mujeres no se sienten seguras.
En VOX, creemos en la igualdad de las personas y no aceptamos la colectivización y utilización electoralista que se hace de la mujer. Proclamamos que todas las víctimas son igualmente lamentables y dignas de respeto, y exigimos medidas de protección para todas ellas, sin distinción por sexo.


Más

https://www.libertaddigital.com/madrid/2019-11-22/la-delegacion-del-gobierno-en-madrid-pide-datos-a-los-ayuntamientos-sobre-las-mociones-bloqueadas-por-vox-1276648426/

miércoles, 13 de noviembre de 2019

Este sería el resultado de las elecciones si todos los votos valieran lo mismo

Sorprendente. Si todos los votos valiesen lo mismo, así quedaría el reparto de escaños.
No me extraña que Pedrito le ceda la vicepresidencia a Pablito, tendría derecho casi a la mitad de escaños que el PSOE. Curiosamente Vox ha quedado casi igual.

Mi pregunta es, ¿deberían valer todos los votos igual o seguimos con este criterio de proporcionalidad que valora a unos españoles mucho más que a otros? O, ¿por qué no votar, como en el Senado, con nombres y apellidos también al Congreso?

PSOE 6752983 99
PP 5019869 74
VOX 3640063 53
UP 3097185 45
CS 1637540 24
MP 554066 8
ERC 869934 13
JXCAT 527375 8
PNV 377423 6
EH BILDU 276519 4
CUP 244754 4
CCA 123981 2
NA+ 98448 1
BNG 119597 2
PRC 68580 1
TERUEL 19696 0
PACMA 226469 3
RECORTES 0 34306 1
PUM 27016 0
MP CHA 22989 0
MES ESQUERRA 18206 0
PCPE 14023 0
AXSI 13954 0
PCTE 13828 0
GBAI 12622 0
UPL 10198 0
PCOE 9664 0
CPM 8925 0
EB 5952 0
ERPV 5816 0
XAV 5399 0
AVANT LOS VERDES 5290 0
VERDES 3241 0
PH 3195 0
I. FEM 2822 0
CONTIGO 2398 0
IZQP 2347 0
TOTAL 23876673 350
OTROS 19164 0
SIN BLANCOS/NULOS 23895837
CONTABILIZADOS 24361851
ABSTENCIONES 10506203
NULOS 249499
BLANCO 216515

martes, 12 de noviembre de 2019

Pintan bastos

Tenía que ser así, y lo sabíamos todos. El gobierno progre-sista ya es una realidad. Pedro y Pablo, que no son los Picapiedra sino los próximos presi y vicepresi del gobierno de España, se han hecho hoy la foto que refrenda un pacto que por primera vez en muchos años va a permitir al comunismo acceder a los puestos de poder en nuestro país. Pero no al famoso eurocomunismo de Santiago Carrillo, sino a un partido político que cuenta con el respaldo de más de tres millones de electores entre Unidas Podemos y un Más País desmembrado recientemente que le ha hecho un buen daño en términos de número de escaños.

Habíamos vivido con relativa tranquilidad durante estos años de atrás. Primero, el gobierno de Mariano Rajoy que supo nadar y guardar la ropa en cuanto a la perspectiva de género, no oponiéndose frontalmente a esa perspectiva pero que permitió que los grupos feministas radicales no se sintiesen tan seguros como en la época anterior de ZP. Luego, el crecimiento de Vox en la época imprecisa de Pedro Sánchez, que ha alcanzado su culminación en las últimas elecciones con sus más de cincuenta escaños, nos permitió abrir una puerta a la esperanza porque por fin se podía hablar en contra de la censura que se había ejercido anteriormente sobre todos aquellos que osásemos discrepar con el credo que se nos imponía desde todos los medios habidos y por haber. La gente de Vox se llevaban los palos, tenían que aguantar ataques personales, violencia contra sus sedes, descalificaciones continuas en prensa, radio, televisión, foros, redes sociales y todo lo habido y por haber, pero su confianza en ellos mismos y en sus ideas dio fruto, primero en Andalucía y ahora en el Estado español, tanta que superaron en votos a esas que ahora van a tener una vicepresidento en el gobierno de Madrid que, mucho me temo, con su peculiar concepción del diálogo y el interés por prestar servicios que paguen los ricos, se va a cargar aún más a esos burgueses que pueblan o poblamos las ciudades pero que acabarán, como siempre, enriqueciendo a los más ricos.

El caso es que pintan bastos para todos aquellos que no creemos en las posturas radicales, que defendemos la política económica de derechas con criterios sociales de izquierdas, que apostamos por la reducción de la deuda, por no financiar el victimismo organizado, por acabar con las mamandurrias y los chiringuitos, que entendemos que las pensiones han de ser para los enfermos de verdad que realmente no van a poder trabajar y para los abuelos que se pasaron la vida cotizando y que se merecen tener una prestación proporcional a aquello que antes se recaudó para que pudieran disfrutar de ella en el futuro. Que no nos negamos a que las personas con pocos recursos tengan ayudas, pero que dar una pensión contributiva a quien no ha cotizado y está en edad de trabajar, o está en edad de trabajar pero ha cotizado y trabaja y cobra un sueldo no es justo, que no queremos una renta vitalicia para todos por el hecho de ser ciudadanos porque eso nos empobrece y que tampoco estamos de acuerdo con los desorbitados sueldos de presidentes de consejos de administración, banqueros, futbolistas y demás individuos que se enriquecen a base de empobrecer a los demás pero a los que no se ataca porque parece que son gloria para el país, que tampoco comulgamos con que una región decida constituirse en país independiente y que apoyaríamos el diálogo entre el Estado y los dirigentes regionales no para darles más competencias ni más autonomía sino para que España recuperase funciones que nunca debió ceder ni delegar. Que queremos que los hombres y las mujeres vivamos en igualdad y gocemos de los mismos derechos, que no se nos considere maltratadores a nosotros por el mero hecho de ser hombres ni a ellas maltratadas por el mero hecho de ser mujeres, que se entienda que los hombres a quien matan más es a otros hombres que a mujeres y nadie hace nada para evitarlo, que si hay cuotas las haya para todos, también en Sanidad y Educación y que se valore el hecho diferencial del género masculino como se ha hecho con el femenino, que queremos que la vida de un ser humano aunque no haya nacido tenga un poquito más valor que la de un animal y que goce de los mismos derechos y prebendas que éstos, que creemos que nuestros impuestos deben servir para financiar nuestros servicios y que no queremos que se otorguen prestaciones a aquellos que vienen aquí de turismo sanitario o para recibir prestaciones sociales y que queremos poder ejercer libremente nuestro derecho a la libertad de expresión.

Me temo que pintan bastos para nosotros.

miércoles, 30 de octubre de 2019

Me rebelo contra el patriarcado

ME REBELO CONTRA EL PATRIARCADO

Ya está bien, salgamos del armario, visibilicémonos, empoderémonos, seamos conscientes de que podemos conseguir lo que queramos sólo con nuestra voluntad, creamos firmemente en que creamos nuestro futuro con nuestro pensamiento, en que sólo enfermamos si dejamos que nuestros conflictos emocionales nos venzan, y gocemos plenamente de una libertad que nadie puede restringir.
Eliminemos ese patriarcado opresor que tanto daño nos ha hecho por los siglos de los siglos porque ése, y no otro, ha sido el enemigo, la organización tradicional del mundo público y privado, con roles diferenciados para hombres y mujeres que establece la superioridad de los primeros y la sumisión forzada de las segundas. Desde aquí renuncio a todos esos privilegios que se me han concedido por razón de sexo.
Renuncio a ser el aprovisionador de mi familia, a que mi mujer y mis hijos mayores de edad tengan que depender de mi salario como trabajador por cuenta ajena, a convertirme en la fuente de bienestar de todos aquellos que yo no elija, a las ataduras vitalicias propias de una sociedad patriarcal, a compartir mi trabajo y sus frutos con quien yo escoja. No reconozco a partir de ahora ninguna legislación que me obligue a estar con quien no quiero estar, a obedecer a quien ose intentar mandarme, que regule cómo y con quién comparto el fruto de mi trabajo. He decidido acabar con el rol machista y dominador que el patriarcado me imbuyó desde que tengo uso de razón y cuya mayor característica es convertir a todos los hombres en aprovisionadores de su unidad familiar.
Renuncio también a un entorno de trabajo patriarcal. Quiero horarios flexibles en mi trabajo que me permitan la conciliación de la vida laboral y familiar, que se me considere igualitariamente con todos mis compañeros y compañeras y que nadie perciba mayores retribuciones que yo porque todos los trabajos son dignos y necesarios y de la interrelación entre todos ellos depende que consigamos el objetivo de cada uno de nosotros. Pagar más a unos que a otros, sea por la razón que sea, es una argucia patriarcal y neoliberal que ha de ser abolida para el bienestar pleno del ser humano. Exijo que nuestras jornadas laborales se cumplan, que los trabajadores a cuenta ajena perciban sus salarios sin trampa ni cartón y que en la misma empresa todo el mundo cobre lo mismo y en las distintas empresas también.
Renuncio a un reparto de tareas domésticas en el hogar de tipo patriarcal. Quiero dejar de ser considerado el fontanero, albañil y chico para todo de mi casa, quiero dejar de hacer todas aquellas cosas que hago en exclusiva y que nunca se me han valorado, poder ir por las mañanas al mercadillo y visitar las tiendas de mi ciudad, viajar sin trabas, sentarme en el sofá a ver la televisión o a tocarme los cojones (porque esto no es patriarcal sino masculino, las mujeres también se tocan el chichi), y disponer de plena libertad de movimientos y comprarme ropa y complementos que nunca combinen entre sí para poder comprarme más y más.
Renuncio a cuidar a los mayores que no quiera cuidar, y renuncio también a tener que inventarme absurdas excusas para justificar que no lo hago. Renuncio también a tener que justificar mis acciones en esa línea porque, en el ejercicio de mi libertad, soy libre de estar con quien me dé o no me dé la gana y de financiar a quien me dé o no me dé la gana, haciéndolo cuando quiera y no cuando no deje de querer. Y renuncio a tener que aguantar a una pareja que se queje porque atiendo a mis padres y no a los suyos sin necesidad de recordarle que ella lo lleva haciendo así toda la vida.


martes, 20 de agosto de 2019

Los insultos del feminismo supremacista



Me encanta la expresión "feminismo supremacista" que Vox está introduciendo poco a poco en el vocabulario colectivo, es más aséptica que la de "feminazi" que empleábamos hasta ahora para referirnos a ese patrón de comportamiento de un
 pequeño pero ruidoso sector de la sociedad que se ha tomado muy en serio la tarea de protegernos a todas del machismo imperante y del patriarcado opresor y que parece estar convencido de que la única forma de hacerlo es acabar con todo lo masculino no andrógino que pueble la faz de la tierra.

Lo de no poder discrepar con el discurso de género no es de ahora. La última revisión de "Por ellas, para ellos y de ellos", que está en Bubok en descarga gratuita, la publiqué allá por los principios de esta década. Mientras la releía uno de estos días me di cuenta de que parece que el mundo cambia pero en realidad parece que el feminismo supremacista, aupado políticamente por Unidas Podemos y el PSOE, capeado como buenamente pueden por PP y Ciudadanos y criticado abiertamente por Vox, está más vivo que antes en la mentalidad del pueblo, o mejor dicho de una pequeña parte de la población que sigue creyéndose a pie juntillas que los desmanes de unos pocos a los que se presta toda la atención mediática posible representan al conjunto de la población. Su eficacia ha sido tan grande y la capacidad de juicio de todos nosotros tan pequeña que la opinión pública, al igual que hizo cuando hace más de dos mil años prefirió que se soltase al asesino Barrabás que al Jesucristo educador de masas, sigue crucificando a todo aquel que se oponga al discurso del género.

Nadie publica cuánto dinero le cuesta al erario público toda la atención que se está prestando a las mujeres por el hecho de ser mujer, ni financia investigaciones para averiguar por qué los hombres vivimos menos, ni para acabar con ese conjunto de micromachismos que llevan a considerar a la mujer superior en derechos al sexo masculino por el mero hecho de ser mujer. Ni lo hacen ni lo van a hacer porque supongo que una parte de esos presupuestos también se emplea en convencer sibilinamente a los medios de comunicación para que sigan el ideario establecido.

Estoy harto de que me llamen machista por defender los derechos de los hombres y hacerlo con respeto. De que cada vez que publico algo, sea en el medio que sea o en el entorno que sea, los voceros del feminismo supremacista, y digo con tristeza que muchas veces son más voceros que voceras, me falten al respeto y empleen palabras soeces y denigrantes para desacreditar un discurso que tiene el mismo respaldo científico que el suyo, que no se den cuenta de que estamos en el mundo de las ideas, de los significados, y que solamente caminando todos juntos por una senda que no nos lleve a la dominación de unos o unas sobre otros podremos llegar a algo productivo. Por muy desafortunadas que hayan sido las palabras de Francisco Serrano, que no voy a negar que en más de un momento de la historia reciente lo han sido, los comentarios que él y todos los que defendemos la igualdad no supremacista, han sido mucho más duros y, sobre todo, tolerados socialmente. Que yo sepa no hay ningún manifiesto para el exterminio de la mujer, ni ningún libro titulado "Todas las mujeres son unas cerdas y merecen la muerte".