Javier Ortega Smith es uno de esos políticos valientes sin pelos en la lengua que se atreve a llamar a las cosas por el nombre que cree que tienen. Desafortunadamente su falta de silencio parece resultar muy dañinada a quienes detentan el poder y está sufriendo presiones y linchamientos mediáticos con bastante frecuencia.
De momento, el Ayuntamiento de Madrid, sin apoyo del PP, le ha reprobado (que no sé muy bien qué utilidad tendrá eso pero queda divinamente en los medios de comuicación social. Se ve que lo de abordar a alguien que acaba de realizar una disertación y está contemplando o esperando contemplar las de otros participantes en el acto es una muestra de grandísima educación y algo habitual en este tipo de entornos.
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