lunes, 27 de julio de 2009

Cómo funciona la maquinaria de género




Pocas personas conocen el partido político"Custodia Compartida. Padres y madres en igualdad". Últimamente recibo un buen número de mensajes de su lista de correo, y en uno de ellos me he encontrado con algo muy congruente con lo que planteo en Por ellas, para ellas... y de ellos: El gran poder del feminismo radical y sus redes.

martes, 21 de julio de 2009

Regreso al pasado: Quemando iglesias

Reproduzco textualmente un mail recibido desde hazteoir.org. Parece que cada vez nos aproximamos más al caos de la Segunda República, con nuestra España dividida en fachas y rojos. ¿Qué hueco nos queda a los que no somos ni lo uno ni lo otro?

El pasado domingo, la parroquia de Santa Genoveva en Majadahonda (Madrid) sufrió un ataque frustrado por parte de algunos desconocidos cuya intención era, lisa y llanamente, incendiar el templo. Tras percibir un fuerte olor a gasolina en los conductos del aire acondicionado, el párroco avisó a la Guardia Civil, que descubrió siete artefactos incendiarios de elaboración casera.

Los poderes públicos no paran de concienciar a la sociedad sobre el mal que supone la violencia de género, la violencia xenófoba, la violencia terrorista y cualquier otra forma de violencia que entre dentro de lo políticamente correcto. Pero callan clamorosamente ante hechos como éste, que en España deberían ser motivo de muy especial preocupación si consideramos nuestra historia reciente.

Es imprescindible que nos movilicemos frente al laicismo radical y el odio antirreligioso, no sólo con nuestra denuncia personal, sino presionando a los poderes públicos para que corten de raíz cualquier manifestación de este tipo que aparezca en la sociedad. Si quieres que tu voz y tu condena sea escuchada por nuestros representantes, visita:

http://www.hazteoir.org/node/22369

Yo ya lo he hecho.

Muchas gracias por defender la libertad religiosa en España.

viernes, 3 de julio de 2009

La prostitución amateur en Ponte a prueba


Una buena de comenzar el mes de julio en el programa de Europa FM "Ponte a prueba". Llama por teléfono una oyente y plantea que a ella le gusta ejercer la prostitución, incluso de forma amateur. Un mensaje de esos de rasgarse las vestiduras, porque los colectivos feministas de género consideran que la prostitución es una forma más de violencia y dominación patriarcal, y va una mujer en un programa hiperprogresista de estos y plantea sin ningún tipo de miramientos que para ella es agradable ejercer ese que se considera el oficio más viejo del mundo.

Algunas personas que han leído "Por ellas, para ellas... y de ellos" me han dicho que la afirmación de que todas las mujeres se dedican a la prostitución es una exageración. Como autor del libro, creo que en ningún momento he dicho algo de forma tan tajante, aunque sí que he hablado de que hay muchas formas de compensar por favores de otro tipo con favores sexuales, y que algunas de estas formas son permitidas sin ningún rubor por nuestra sociedad occidental. Supongo que distinguir entre putas, prostitutas y mujeres que no ejercen ese oficio no es lo mismo que decir que todas las mujeres se dedican a ello. Tampoco se me ocurriría después de lo que ocurrió con Hernán Mingoya y su obra de ficción "Todas putas".

Yo creo que el mensaje de la oyente de anteayer de "Ponte a prueba" nos podría llevar a reflexionar sobre la utilidad del sexo para unos y para otras, sobre la hipersexualización de nuestra vida cotidiana, sobre si el patrón de relación sexual tan animalizado y deshumanizado que se defiende en espacios como "Ponte a prueba" tiene que ser la norma asumida de manera implícita y sobre muchas otras cosas. Sea lo que sea, y reflexionemos sobre lo que reflexionemos, al menos aporta una visión del fenómeno desde otro ángulo. Seguirá habiendo prostitutas explotadas por mafias y proxenetas, pero también mujeres que libremente quieran hacerlo. Consideremos violencia (no necesariamente patriarcal) a la primera, y un ejercicio del derecho a la libertad de disponer del propio cuerpo a la segunda.

miércoles, 1 de julio de 2009

Algo exclusivamente masculino: El cáncer de próstata


El 54% de los españoles mayores de 50 años asegura no acudir a revisiones periódicas de su próstata porque su médico de Atención Primaria no les recomienda la realización de estas pruebas, a pesar de ser por la edad un grupo de riesgo y pese a que esta es la única vía para fomentar el diagnóstico precoz de este tipo de cáncer, según un estudio del Círculo de Braquiterapia Prostática (CBP).

El trabajo, titulado El conocimiento del cáncer de próstata entre los hombres españoles y desarrollado sobre una muestra de 800 hombres de 50 o más años por entrevista telefónica el pasado mayo, señala el desinterés (30%), el desconocimiento (11%) y miedo (4%) como otros de los principales motivos para no acudir al especialista.

La mitad de los españoles no se somete a revisiones urológicas periódicas para comprobar el estado de salud de la próstata, aunque el 72% es consciente de que este tumor es, tras el de pulmón, el segundo con mayor índice de mortalidad en hombres en España.

Un 63% asegura no saber cómo puede prevenir el cáncer de próstata y sólo el 26% indica que la mejor manera es mediante revisiones periódicas que permitan un diagnóstico precoz. Sin embargo, el 46% de los varones todavía desconoce en qué consisten las pruebas de diagnóstico de esta enfermedad.

De la misma manera, un 63% niega conocer los síntomas y entre los que aseguran saber cuáles son (37%), sólo el 13% conoce que en el cáncer de próstata no hay síntomas observables hasta que la enfermedad está muy avanzada. Por otra parte, el 81% desconoce los tratamientos para combatir esta neoplasia, a lo que hay que añadir que el 43% de los que sí los identifican no sabe cuál de ellos es el más eficaz.


Braquiterapia prostática

Cuando este tipo de tumor se detecta en sus fases iniciales, las posibilidades de curación aumentan hasta un 85 por ciento de los casos y es posible aplicar tratamientos menos agresivos, como la braquiterapia prostática, que consigue unos índices de curación similares a los de la cirugía radical o la radiación externa.

Además, también disminuye la posibilidad de que la radiación alcance los órganos sanos adyacentes (recto y vejiga), por lo que efectos secundarios, como la impotencia sexual o la incontinencia urinaria, se ven minimizados y permiten al paciente mejorar su calidad de vida.

Otra gran ventaja de este tratamiento consiste en que, al ser una operación relativamente sencilla, no requiere incisión quirúrgica y la estancia hospitalaria se reduce a 24 o 48 horas, por lo que el enfermo puede retomar sus actividades diarias en poco tiempo.