miércoles, 8 de abril de 2015

La Guardia Civil y el tuit de género

Flipo con el asunto del tuit de la Guardia Civil sobre la violencia de género y la polémica que se ha generado. Para quien no  haya visto la foto, y por si acaso desaparece y no tiene la oportunidad de echarle un vistazo, contaré que la imagen de marras que a fecha tres de abril de dos mil quince se puede visualizar en Google escribiendo «tuit Guardia Civil violencia género» consta de un texto en el que se podía leer «tolerancia cero ante el maltrato en todas sus formas y variantes. DENUNCIA, no lleves la procesión por dentro» y debajo una imagen compuesta por otras dos. La primera parte de la fotocomposición es un cartel institucional con la foto de un hombre y el texto «Cuando maltratas a una mujer dejas de ser un hombre, tolerancia cero contra el maltrato». La segunda a la inversa, la foto de una mujer y el texto «cuando maltratas a un hombre dejas de ser una mujer, tolerancia cero contra el maltrato».




En plena Semana Santa, mientras todo parecía girar en torno al ocio, el periódico El Mundo (http://www.elmundo.es/espana/2015/04/02/551cfc84268e3e5a0a8b456b.html) se descolgó con el titular «La Guardia Civil, en el centro de las críticas tras un desafortunado tuit sobre violencia de género. El instituto armado es reincidente, pues ya publicó la misma imagen el pasado febrero». Según el artículo, el problema es que equipara los malos tratos cometidos por mujeres y hombres empleando un cartel original del Ministerio de Igualdad y una imagen manipulada que se atribuye a colectivos contrarios a las leyes y medidas que se han puesto en marcha en los últimos años para luchar contra la violencia sobre la mujer. En el tuit no se ve, pero en la parte superior de esta imagen aparece, en lugar del logo institucional, otro con los mismos colores pero con el texto «Gobierno de Hispanolandia, Ministerio de la Verdad».

La reacción más visible vino por parte del PSOE, quien no tardó en pedir a la Guardia Civil y al Ministerio del Interior explicaciones sobre cómo entienden la violencia de género. Marisa Soleto, presidenta de la Fundación Mujeres, consideró que equiparar ambas agresiones es una forma de  minimizar la violencia de género y que es muy grave que un cuerpo como la Guardia Civil se desmarque de las líneas oficiales. Para más inri Elena Valenciano, presidenta de la Comisión de Recursos Humanos del Parlamento Europeo, dice que no se puede equiparar la violencia contra la mujer con la violencia de la mujer hacia el hombre porque la primera es un fenómeno estructural, histórico y mundial. Debe ser que los hombres no sufren violencia.

La respuesta tardó en llegar, más de dieciocho horas, lo que en estos tiempos de redes sociales, tuits, trend topics y similares toda una eternidad, pero el instituto armado acabó pidiendo disculpas por haber empleado un fake en el tweet. Lo  malo es que añadieron «no queríamos equiparar, sólo animar a denunciarla». Supongo que eso será suficiente para que el Ministro del Interior ya no tenga que examinarse, no vaya a ser que no conozca lo suficiente la doctrina, suspenda el examen y luego a ver qué pasa.

CAUSAS DEL FLIPE
¿Que por què flipo? Pues porque no puedo entender casi nada de lo que está ocurriendo. Bueno, en realidad no es que no pueda, es que no quiero. Y no quiero porque muy poco o nada de esto me parece justo. Intentaré explicarme aludiendo a mi derecho a la libertad de expresión, que viene reconocido en la Constitución junto con el derecho a la igualdad por razón de sexo que al parecer y según sentencia del Tribunal Constitucional no se vulnera en el caso de la ley de violencia de género.

El PSOE
Analicemos por qué se quejan en el PSOE, pero antes intentemos situarlo en contexto. Quizás podríamos analizar la historia del concepto de violencia de género, de su relación con la OMS y la conferencia de Beijing donde recibió respaldo oficial pero nos iríamos muy atrás. Podemos acercarnos a la época de José María Aznar, en la que los colectivos feministas ya intentaron que en el Congreso se aprobase un articulado similar a la actual ley pero no fue admitido a trámite, así que mejor nos quedamos en la época de José Luis Rodríguez Zapatero, quien nada más llegar al poder se empeñó en impulsarla consiguiendo el apoyo de todos los grupos políticos incluido el PP. Así que tenemos tres bandas: De un lado, un PP que en un principio se opuso a la ley, después la aprobó por consenso junto con todas las demás fuerzas parlamentarias y cuando estaba en el poder ya tenía bastante con ocuparse de cuestiones económicas internas y externas; de otro un PSOE desnortado, consciente de que los colectivos que impulsaron la llegada al poder de ZP ahora se han organizado en un partido nuevo que va a suponerles una cuantiosa sangría de votos en las próximas elecciones generales, un PSOE que busca su identidad dentro del campo de la izquierda y necesita congraciarse con aquellos grupos de presión que tan buen resultado le dieron en el pasado, y en el tercer frente los grupos feministas radicales y asociaciones de mujeres que desde el advenimiento del PP han perdido una parte importante de su financiación y eso no le gusta a nadie. No olvidemos que, tras la consecución de iguales derechos para las mujeres hace ya muchos años, el feminismo tenía que buscar algo a lo que agarrarse para seguir vivo, y que ese algo fue la ideología de género.

La queja del PSOE es que el ministro y la Guardia Civil no entienden la violencia de género, y que han de examinarse de ello. Carmen Montón, que de esto debe saber un ídem, aprovechó el tuiter para pedir que se retirara el mensaje de la Guardia Civil por cuestionar la violencia de género y porque estaba cargado de la peor ideología. Analicemos sus argumentos: Si uno pide contra el maltrato tolerancia cero, sea el agresor hombre o mujer, ¿está cuestionando el concepto de violencia de género? Creo que no. Y tampoco entiendo cuál es la peor ideología esa de la que habla cuando lo único que se hace es pedir a hombres y a mujeres que denuncien las agresiones que puedan sufrir por parte de su pareja. Otra cosa es si el señor ministro o el community manager de la Guardia Civil se saben el temario oficial de violencia de género, porque que yo sepa ni para un puesto ni para el otro entra en el temario.

La Fundación Mujeres
La otra queja documentada en la prensa es la de María Soleto, presidenta de la Fundación Mujeres, quien cuestiona el rigor de la Guardia Civil por emitir un mensaje así, supongo que cargadísimo también de la peor ideología, esa que dice que uno debe denunciar si es agredido, independientemente de si es hombre o mujer. Ahora la igualdad para todos es malísima, terrible, ignominiosa y hasta patética. Bueno, pues yo no lo entiendo. Y no solo eso, pedir a los hombres que denuncien si son agredidos (porque con lo de que las mujeres lo hagan están de acuerdo)  perjudica los esfuerzos institucionales para erradicar los malos tratos contra la mujer. ¿Pero qué tiene que ver el que denuncien los hombres agredidos con esto? Tampoco lo entiendo. Nos lo explica más adelante cuando dice que equiparar ambas agresiones es una forma de minimizar la violencia de género, esto debe ser una muestra de la ideología buena, correcta y acertada, una ideología que tal vez sugiera implícitamente que las agresiones a mujeres son mucho más importantes que las agresiones a hombres. Su tercera aportación tampoco tiene desperdicio, la de que es muy grave que un cuerpo directamente implicado se desmarque de las líneas oficiales. ¿A  nadie se le ha ocurrido pensar que, quizás por la cercanía al ciudadano la Guardia Civil o alguna parte de ella menos vinculada al poder político, pueda tener razones más que fundadas para desmarcarse de esa postura? Son funcionarios y están al servicio del ciudadano, no del político ni del ideólogo.
Elena Valenciano, el poder de Europa
Por último, y para rizar el rizo, llega Elena Valenciano y, en un alarde demostrativo de la ideología correcta, nos dice que no se puede equiparar la violencia contra la mujer con la violencia contra el hombre. Pero ojo, que edsta mujer es la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, así que de esto debe saber un rato. Esgrime, además, el hecho de que en poco tiempo han fallecido cinco mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, lo que da idea de la magnitud del fenómeno. Lo que no explica es por qué no pueden denunciar los hombres que sufren agresiones.

Mi flipe
Creo que me he perdido en palabrería y no he explicado por qué flipo. Lo hago porque no puedo entender que se castigue a una institución pública por pedir que tanto ciudadanas como ciudadanos denuncien a su pareja en el caso de ser agredidos o agredidas por ella. Porque la función final de la Guardia Civil no es recaudar con las multas de tráfico, sino proteger a los ciudadanos que somos todos, hombres y mujeres. Sólo por eso. Y flipo porque les han callado la boca, porque han tenido que bajarse los pantalones y retirar un mensaje que a mí me parece mucho más igualitario que la ideología correcta que propugnan Elena Valenciano, Carmen Montón, Marisa Soleto  y todos los tuiteros que las han apoyado. Los hombres también sufrimos maltrato, tanto físico, como psíquico, simbólico y hasta institucional, pero no disponemos de apoyo para poder sacarlo a la luz.

Flipo por lo injusto de la situación, por el atentado a la libertad de expresión, por la cultura del miedo que se va instaurando en todo aquel que osa en el ejercicio de su libertad de expresión poner en tela de juicio la ideología de género, por la especie de censura encubierta que parece favorecer que las información sobre la violencia de mujer pase desapercibida, por la ausencia de estudios que muestren que todos y todas somos candidatos y posibles víctimas de violencia, y también por el hecho de que unas agresiones parecen estar más permitidas, toleradas o mejor juzgadas que otras. La violencia siempre produce dolor, sea la vìctima del sexo que sea.

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