‘Movember’: la campaña para luchar contra los cánceres masculinos

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El cáncer de próstata es el más común entre los varones, y es el tercero que más muertes causa entre ellos. El de testículo es el más frecuente en hombres jóvenes. La inactividad física es más prevalente en el sexo masculino, y hay mayor número de suicidios en esta demografía.

Todas estas problemáticas de salud están unidas por dos hilos conductores. El primero, como es obvio, es que afectan específicamente a los hombres; el segundo, quizás más evidente, es que son campos en los que las estrategias de prevención tienen aún mucho margen para salvar vidas y evitar las peores consecuencias en la salud.

Qué es Movember y el Plan de Acción Global

Con el fin de concienciar sobre los diversos problemas de salud concretamente masculina, y especialmente sobre aquellos en los que la concienciación y la prevención puede marcar la diferencia, desde el año 2004 se celebra ‘Movember’: un evento promovido por la fundación del mismo nombre (encargada de recolectar fondos para la lucha contra el cáncer de próstata, testículo y problemas de salud mental masculinos) de manera oficial en 21 países. En esta campaña anual, se anima a los varones a dejarse crecer el bigote con tal fin, así como para ayudar a recaudar fondos destinados a financiar diferentes proyectos enfocados a la salud masculina.

Particularmente, el programa más significativo que financia la fundación Movember es el Global Action Plan o Plan de Acción Global (GAP, por sus siglas en inglés), basado en la colaboración de nada menos que 350 científicos en todo el mundo en los campos del cáncer de próstata y testículo. 

Este plan persigue cinco objetivos fundamentales, claves para el desarrollo de tratamientos y estrategias preventivas en ambos tipos de tumores:

• GAP1 – Biomarcadores: la búsqueda de nuevos biomarcadores podría ayudar a distinguir entre los tipos de cáncer de alto y bajo riesgo.
• GAP2 – Imágenes: el desarrollo de nuevas y mejores técnicas de imagen es una herramienta fundamental para mejorar diagnóstico y monitoreo de los cánceres de testículo y próstata.
• GAP3 – Vigilancia activa: en esta misma línea, numerosas estrategias se basan en el monitoreo de los casos de bajo riesgo o desarrollo lento, muy comunes en ambos tipos de tumor, antes de que sea necesario comenzar tratamientos activos.
• GAP4 – Ejercicio y salud metabólica: Sabemos que el ejercicio influye de manera importante en la incidencia y el desarrollo de muchos tipos de cáncer, por lo que profundizar en este área es una tarea de gran relevancia para el abordaje de los cánceres de próstata y testículo.
• GAP 5 – Cáncer de testículos: Muchas veces, los hombres con antecedente de cáncer de testículo vuelven a sufrirlo. Mejorar el conocimiento que tenemos sobre estos casos puede ayudar no sólo a determinar mejores tratamientos sino también a identificar las personas de más riesgo y emprender intervenciones preventivas.

Claves para la prevención en el cáncer masculino

Tanto en el cáncer de próstata como en el de testículo la prevención activa es fundamental para salvar el mayor número posible de vidas, y ello que pasa fundamentalmente por mantener un estilo de vida saludable y tomar algunas medidas para facilitar la detección temprana de los tumores.

En el caso del cáncer de próstata, por ejemplo, la Clínica Mayo de Estados Unidos destaca que es posible reducir el riesgo de padecerlo siguiendo una dieta saludable con elevada presencia de frutas y verduras; optando por alimentos saludables en lugar de suplementos alimentarios; haciendo ejercicio la mayoría de los días de la semana; manteniendo un peso corporal saludable y manteniendo una comunicación frecuente con nuestro médico, especialmente si tenemos un perfil de riesgo elevado. También es importante someterse a pruebas de cribado y detección temprana, como el tacto rectal.

Por su lado, en el cáncer de testículo lo más importante es realizarse autoexámenes regulares, en los que se palpen los testículos a fin de detectar bultos o cualquier otro cambio. De notar alguna anomalía que se prolongue en el tiempo más que una o dos semanas se debe acudir al médico para que nos realice las pruebas pertinentes.